miércoles, 3 de marzo de 2010

cómo no vamos a concebir una poesía del futuro. Un futuro en el que el hombre esté integrado y pasen todas las vanidades de la figuración. Esa figuración es tal vez la necesidad que, en medio de las tremendas dudas de la expresión, uno necesita para afirmarse... a través del nombre.

Juan L. Ortiz