la asociación de patinaje artístico
tiene un cartel en su sede
cerca de la autopista
“que nadie entre si no es geómetra”
en el camping urbano del otoño
en la calidez asentada del sábado
los púlpitos refulgen vacíos
y las veredas son transitadas
por pasos alegres, dicharacheros
meditabundos entre las últimas lagañas
ahora en este acá
que desnuda alguna parte oculta
no sirve abrazarse al pánico
mirá la cita de la escuela
de patinaje artístico
no es exclusiva
cualquiera puede dibujar arabescos
mirá los cultos semivacíos
la circulación de los transeúntes espaciados
las casas, el otoño, tus mangas largas
de qué sirve pringar
la llegada del silencio
con testamentos eclécticos que duran
sólo una vida o tres generaciones
el pánico se aplaca, se bordea
se quita del medio circulando
tanto en las veredas
tanto bajo tierra
en los límites con las rocas encendidas
del centro de nuestro satélite acuoso
la voz de los altoparlantes
que anuncia las estaciones
no parece humana
habla de otra realidad
la interplanetaria